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Aterrizar con viento en cola

Interesante artículo de Denis Pagen, publicado en la revista Cross Country en abril de 1997.

NOTA del AUTOR: Las técnicas mencionadas son procedimientos de emergencia. No pueden ensayarse con total seguridad y son únicamente recomendaciones para minimizar daños y lesiones en una situación potencialmente peligrosa. No es recomendable aterrizar con vientos de cola fuertes en terrenos llanos.

ATERRIZAJE CON VIENTO DE COLA
(Denis Pagen, CROSS COUNTRY, abril 1997)

Uno de los días previos a un accidente que presencié, un piloto realizó un pequeño y bonito recorrido y aterrizó en un campo que usábamos habitualmente. Lo vi llegar con lentitud, indeciso, haciendo giros de acá para allá. Al final aceleró a unos 5 m de altura y ejecutó un aterrizaje de libro. Sin embargo, el mencionado campo a veces se ponía bastante turbulento, con un fuerte gradiente cuando el viento aumentaba, debido a una línea de árboles que había a un lado. Para evitar consecuencias negativas a menudo es necesario mantener buena velocidad durante toda la maniobra de aterrizaje. Sugerimos precisamente esto al piloto en cuestión, pero al día siguiente aterrizó demasiado lento, según todos los presentes. El piloto se encontraba en un largo planeo final cuando se le levantó un plano y el ala le giró 180º. Pensó que no tenía otra opción sino aterrizar viento en cola con una brisa de 15 km/h o más. Rápidamente se puso de pie sobre la barra de control (!) porque pensó que sería capaz de efectuar una pérdida más enérgica con los pies en la base. Empujó, se golpeó y sufrió una fractura de espalda.

Este suceso en un lugar en el que yo volaba habitualmente me hizo reflexionar largo y tendido. Está claro que se cometen errores y muy probablemente el accidente podría haberse evitado. Por lo que yo recuerdo, nunca se ha estudiado cuál es nuestra mejor defensa ante un aterrizaje con un serio viento en cola. Yo y otros pilotos hemos escrito sobre aterrizajes en cola con vientos flojos o contra‐pendiente, pero no hemos sugerido procedimientos para un inminente, inevitable, apremiante aterrizaje viento en cola.

Cómo puede ocurrir
El primer mecanismo de defensa contra los aterrizajes viento en cola es poner toda tu energía en evitarlos. Generalmente es fácil. Sin embargo, existen varias situaciones que pueden cogernos desprevenidos. Una de ellas es el día de viento flojo con potentes térmicas desprendiéndose. El viento puede girar 180º fácilmente en este caso y, si estamos en el planeo final o en un campo pequeño, no hay mucho que hacer salvo prepararse para momentos difíciles.

Otra situación potencial de aterrizaje viento en cola se da cuando las condiciones locales imponen un flujo en superficie muy diferente del viento más arriba. Este fenómeno ocurre muy a menudo junto a las montañas debido al viento catabático.( *Arcones es un lugar típico, es importante mirar la manga).

Sin embargo, en vuelos de cross con aterrizajes sin manga y aún en campos bien provistos de indicadores de viento, el aterrizaje puede darse con viento de cola, ya que los vientos catabáticos pueden ser repentinos. Considerando lo anterior, está claro que todos los pilotos deberían aprender o desarrollar técnicas de aterrizaje con viento de cola.

Antes de discutir sobre estas técnicas hay que hacer notar que no consideramos que verse metido en un viento de cola sea razón suficiente para aterrizar viento en cola. Esto es algo que no debe ocurrir nunca. Puedo afirmar que yo nunca he sufrido un giro de ni siquiera 90º en la toma, a pesar de aterrizar con viento por todas partes, en condiciones caóticas. El secreto para evitar tal situación es mantener una velocidad suficiente durante toda la maniobra de aterrizaje.

En suma, podemos afirmar que llevar una velocidad extra durante toda la maniobra de aterrizaje es una defensa importante contra aterrizajes viento en cola. Al discutir la cuarta técnica más abajo, veremos como la velocidad extra tiene además otras consecuencias positivas.

Aterrizaje viento en cola controlado
La segunda defensa en un aterrizaje en cola inminente es hacerlo con pericia. Esto suena simplista, pero lo que queremos decir es que debes ser capaz de provocar una pérdida radical, no progresiva, en un día flojo si vas a llevar a cabo un aterrizaje viento en cola. Si puedes hacer esto, tienes posibilidades de no darte un porrazo hasta con unos 8 km/h de viento. He aquí algunas claves:

1. No mires directamente al suelo. Poca información útil puedes obtener haciendo esto y lo más probable es que entres en pánico al intuir cómo te vas a desollar el cuerpo contra el planeta, a toda leche.

2. Agudiza tus sentidos y concéntrate en las señales del momento preciso de la pérdida. En su mayoría estas señales no son visuales, por lo que esto sólo ayuda si eres capaz de abstraerte por un momento del sentido de la vista.

3. Coloca las manos para meter la pérdida tan fuerte como puedas. Si habitualmente la provocas con las manos a la altura de los hombros, deberías subirlas unos 10 cm más. Esta posición proporciona menos control del alabeo, pero un gran empuje.

Con la posición anterior debes de ser capaz de empujar el ala hasta que la quilla quede casi vertical. Tal pérdida provoca el máximo efecto de frenado, que es tu objetivo en un aterrizaje en cola. Desde luego que no puedes reducir la velocidad más que el propio viento de cola, así que pon en marcha tu máquina de correr. Además, intenta hacerlo justamente junto al suelo ya que el empujón te subirá (demasiado alta, la pérdida se suma a la severidad de un impacto).

Debemos observar que, aunque algunos pilotos de brazos cortos a veces meten la pérdida agarrando de los cables traseros, permanecer en la barra de control no mejorará la acción (imagina dónde están tus pies cuando la quilla esté en posición vertical aterrizando de esta forma). Una cosa que mejorará tu pérdida es dejar la tensión puesta a tope. Sin embargo, meter la tensión cerca del suelo no es un procedimiento muy seguro en cuanto que ocupa una de las manos.

Las ruedas son una clara ventaja cuando ocurre un aterrizaje en cola. Empero, recomendamos cuidado extremo cuando se piensa aterrizar con ellas como un avión, a no ser que sean grandes, rueden libremente y el suelo no tenga hierbajos, maleza o raíces. Aterrizar de pié y luego caer sobre las ruedas es del todo preferible a rodar con la cabeza por delante y trabar las ruedas en una raíz.

Colisión controlada viento en cola
Todo lo anterior son más o menos conocimientos convencionales. Ahora entramos en la esfera del control de los daños que es una ciencia menos exacta. Examinaremos el aterrizaje viento en cola con vientos mayores de 8 km/h (usemos unos 15 km/h en nuestros supuestos).

Nuestra tercera defensa contra aterrizajes en cola es la preparación para una colisión inmediata. Sigue el procedimiento para aterrizar en cola con viento flojo con cautela para evitar la tendencia a volar demasiado lento. Cuanto más fuerte es el viento de cola, más grita nuestro sentido de la vista ”¡vas demasiado rápido!”. Ignóralo y concéntrate en sentir la velocidad‐aire y las reacciones del mando. Al preparar el contacto con el terreno tras la pérdida, cuenta con dar una o dos zancadas antes de caer. La mayoría podemos correr a al menos 20 Km/h, pero parece imposible hacerlo con todo el peso del ala y las limitaciones del arnés.

La clave de esta técnica está en la caída. Con rueda en terreno liso, es razonable mantener agarrados los montantes para colocar el cuerpo bien atrás en el ala y rodar hasta detenerse. Sin ruedas debes girar el cuerpo oblicuamente (un hombro hacia delante), plegar los brazos como alas de pájaro, bajar la barbilla y rodar. Como estás atado al ala no puedes rodar completamente, pero puedes dirigir tu espalda hacia el material realmente duro (montantes y quilla) y el lateral hacia el bastante duro (el suelo). Como indica el título, es una colisión controlada destinada principalmente a minimizar lesiones. La idea importante es evitar un cabezazo contra la quilla o el suelo. Realmente puedes ensayar esta algo esta técnica en el suelo haciéndolo según lo indicado con un compañero manteniendo el ala nivelada.

Pero yo prefiero la cuarta defensa. Con este método he evitado dos veces daños sobre mi mismo y sobre mi ala en un fuerte viento en cola repentino. Esta técnica implica hacer algo que deseamos evitar en un aterrizaje normal: meter la pérdida con un plano abajo. Como se ve en la figura 1, en un aterrizaje normal, empujar con los planos desnivelados provoca un giro en el suelo y un notable porrazo, a menudo a costa de un montante.

Fig. 1

 

En cambio, el mismo procedimientos ejecutado con viento de cola generalmente termina  en un deslizamiento oblicuo sin “morrazo”, daño o parada violenta como se ve en la fig. 2. La diferencia entre los dos finales se debe a al movimiento relativo con el suelo cuando el plano toca. Con viento de cola, el plano bajo desliza fácilmente y ayuda a nivelar los planos. Prepárate a correr oblicuamente en este caso.

Fig. 2

Descubrí esta técnica intentando hacer un giro bajo con viento en cola y empujando, cuando me quedé a medias. Sorprendentemente funciona bien. Pero esto lleva a otro punto: si en el planeo final entras con bastante velocidad puedes usarla hacer un giro sin hundirte justo hasta que puedas consumir la enegía restante en plantar el ala en el suelo. Con esto en mente, deberías poder girar al menos 90º antes incluso de tener que empujar.

En conclusión podemos sintetizar las técnicas aconsejables con viento en cola:

1. Aterriza viento en cola y toma tierra corriendo con vientos de menos de 8 km/h.
2. Ejecuta un giro parcial y empuja con un plano abajo en vientos de cola más fuertes.
3. Prepárate para correr y caer en cualquier caso, hacerse un ovillo y rodar.

Por desgracia, la mayoría de pilotos no reciben instrucción intermedia o avanzada. Por tanto es obligación de todos los instructores proporcionar a sus alumnos procedimientos de protección que guíen sus vuelos futuros. Uno de tales procedimientos es mantener una buena velocidad‐aire durante las maniobras de aproximación y aterrizaje. Otro es aprender las técnicas de aterrizaje de emergencia viento en cola.

Aunque no recomendamos la práctica de tales aterrizajes, deseamos reseñar que numerosas veces pilotos han contado cómo han conseguido salvar una mala situación haciendo lo correcto al tener un “flash” de algo que leyeron o escucharon. Todos deseamos evitar aterrizajes viento en cola, pero si ocurren involuntariamente, podemos estar preparados si conocemos algunas técnicas de escape.

NOTA: Las técnicas mencionadas son procedimientos de emergencia. No pueden ensayarse con total seguridad y son únicamente recomendaciones para minimizar daños y lesiones en una sotuación potencialmente peligrosa. No es recomendable aterrizar con vientos de cola fuertes en terrenos llanos.