El paracaídas de frenado es un artilugio destinado a facilitar el aterrizaje en ala. Existen diversas opiniones sobre su utilidad y conveniencia: unos lo defienden como imprescindible y otros lo consideran peligroso. Existen argumentos a favor y en contra pero, desde luego, si no lo llevas no puedes usarlo, y llevarlo no te obliga a ello.
En cualquier caso, si no te facilita el aterrizaje o, peor aún, te lo complica más, por supuesto que no debes utilizarlo. Ante todo su uso requiere entrenamiento y éste debe realizarse en aterrizajes bien conocidos y en condiciones estándar. Lo ideal es dominar el aterrizaje con y sin él; de esta forma se amplía bastante tu campo de posibilidades en vuelos de cross.
Aún los que defienden su uso no se ponen de acuerdo en cuál es el momento adecuado para extraerlo o lanzarlo, el modo de sujetarlo, si se debe mantener o no en la mano, etc. Un consejo lógico es seguir las recomendaciones del fabricante, aunque no todos hacen recomendaciones. Por ello publicamos el manual de Wills Wing, el único que hemos encontrado bien desarrollado, al que hemos añadido algún esquema explicativo. Al final del artículo dispones de un PDF con el original en inglés. Nuestro agradecimiento a Wills Wing por su permiso para publicarlo.
WILLS WING. MANUAL DE USO DEL PARACAÍDAS DE FRENADO.
Primera edición, 5 de mayo de 1999.
Copyright de Sports Kites, Inc. dba Wills Wing, Ic. derechos reservados.
Ninguna parte de este manual puede reproducirse sin el permiso expreso de Sport Kites. Inc dba Wills Wing. Inc.
E-mail: comments@willswing.com
INTRODUCCIÓN AL PARACAÍDAS DE FRENADO
El paracaídas de frenado es un artefacto diseñado para incrementar la resistencia aerodinámica y de esta forma reducir significativamente la fineza del ala. El paracaídas reduce notablemente la fineza del ala aún a bajas velocidades, pero el efecto es mucho mayor a más altas velocidades. En efecto, el paracaídas proporciona a un ala de alto rendimiento el comportamiento de un ala de mucho menor rendimiento, y como resultado, simplifica muchos aspectos del aterrizaje.
En primer lugar, el paracaídas te permite comenzar tus maniobras de aproximación mucho más arriba, siendo más sencillo evitar obstáculos en la aproximación final al aterrizaje. Segundo, la trayectoria más inclinada que proporciona hace mucho más fácil la configuración de una aproximación precisa, ya que un mismo error en la apreciación de la altura da como resultado un error menor en distancia recorrida.
Tercero, si te encuentras claramente demasiado alto tras el último giro, el paracaídas te hará desacelerar hasta la velocidad de aterrizaje mucho más rápidamente. Como resultado, emplearás menos tiempo en fase tan crítica como es el aterrizaje, en la cual se está «flotando» sobre el campo de aterrizaje muy cerca de la mínima velocidad-aire controlable. Además, como reducirás la velocidad más rápidamente, será más fácil encontrar el momento preciso de empujar y realizar un buen aterrizaje.
En resumen, en muchos aspectos el uso de un paracaídas de frenado para la aproximación y aterrizaje te proporcionará la sensación de pilotar un ala de mucho menor rendimiento.
Consideraciones sobre la seguridad
Hay varias consideraciones importantes respecto a la seguridad cuando se utiliza un paracaídas de frenado. Dado que la aproximación y aterrizaje se producen muy cerca del suelo ésta es una fase crítica del vuelo, y aún pequeños problemas pueden provocar situaciones muy peligrosas para el piloto. Hace pocos años un piloto murió en Europa tras haber desplegado el paracaídas de frenado por encima del cable lateral o sobre la barra de velocidad, lo que le hizo perder el control del ala con consecuencias fatales. Si el paracaídas de frenado se despliega correctamente pero posteriormente se engancha o enreda con la quilla o en una punta de sable en el borde de fuga, ello puede comprometer peligrosamente la habilidad del piloto para controlar el ala durante la aproximación y el aterrizaje. Incluso la mera distracción del piloto provocada por los vaivenes del paracaídas de frenado, o porque se infla y desinfla, puede distraer su atención hasta conducir a un serio accidente. El uso seguro de un paracaídas de frenado requiere una constante y cuidadosa atención del piloto hacia cualquier incidencia que pueda surgir.


Atención: No llevar el paracaídas en la mano más tiempo del necesario para realizar un lanzamiento limpio y seguro. No llevar simultáneamente en la mano paracaídas y barra de control. Evitar toda posibilidad de que el paracaídas pase por encima de la barra de control, de los cables laterales o de cualquier otra forma que pudiera tirar directamente de alguna parte del ala.


Características específicas del paracaídas de frenado Wills Wing.
Tras pruebas con diferentes tipos de paracaídas de frenado, métodos de atado y de despliegue, Wills Wing se ha decantado por el montaje asimétrico en corto al arnés como el mejor diseño. Las características de este diseño son las siguientes:
- La campana es un paracaídas cónico de 150 cm (60 pulgadas) de diámetro y del tipo PDA (es decir, de tiro central, como la mayoría de los paracaídas de emergencia cónicos).
- La longitud total de la campana una vez desplegado, desde el final del cordino principal hasta el vértice cuando está inflado, es de aproximadamente 115 cm (45 pulgadas), diseñado de esta manera para que, una vez desplegado, permanezca por dentro del borde de fuga del ala, y prevenir así cualquier posible enredo.
- El cordino principal del paracaídas lleva un quitavueltas para prevenir el cierre del paracaídas a causa del giro sobre su eje. Una campana nueva normalmente no girará, pero con el tiempo deja de ser simétrica, con lo cual puede comenzar a girar tras el lanzamiento.

4. El paracaídas se ha diseñado para atarlo a un lateral del arnés, en el punto de anclaje de la cinta principal del arnés. (El paracaídas requiere un anclaje seguro a una parte del arnés fija y estable para prevenir oscilaciones inducidas sobre la campana). Si se utiliza con un arnés de una única cinta principal central, debe proveerse de un medio de atado en un lateral del arnés, en un lugar al mismo nivel del anclaje principal, y en una zona en la que el arnés sea razonablemente rígido cuando el piloto está en posición de aterrizaje.
5. Está diseñado para desplegarse y permanecer ligeramente a un lado del piloto. Puede ocurrir que el paracaídas intente irse hacia afuera, y ligeramente hacia arriba tras el despliegue. Ello mantiene al paracaídas en un flujo de aire relativamente limpio, y contribuirá a mantenerlo estable e inflado. Un paracaídas montado simétricamente en el arnés y/o que tiende a quedar justo detrás del punto de anclaje estará mucho más expuesto a desinflarse y oscilar, pues se encontrará en la estela del cuerpo del piloto.
Anclaje del paracaídas de frenado al arnés.
- En primer lugar, tiende el paracaídas con las líneas extendidas, asegúrate de que no están enredadas y que van directamente desde el borde de la tela hasta el cordino principal. Sujetando del final del cordino principal, lanza el paracaídas al aire y comprueba que se infla adecuadamente. Advierte que el centro de la campana (vértice) debe quedar algo hundido bajo la parte superior de la campana. Está diseñado así y proporciona un coeficiente de resistencia mayor.
- Comprueba que el quitavueltas gira libremente bajo una carga de 15 kilogramos (30 libras) aproximadamente. El cordino principal no debería enrollarse más de un giro completo sin que el quitavueltas lo libere.
- Decide en qué lado quieres instalarlo. Los diestros suelen preferirlo en el lado derecho. Pasa el final del cordino principal a través de algún bucle que hayaen la parte inferior de la cinta del cuelgue y en dicho lado. Pasa todo el paracaídas y líneas a través del bucle final del cordino principal, formando un nudo de «alondra» en el punto de anclaje al arnés. (Nota: Haz el nudo de alondra alrededor de la cinta de cuelgue del arnés de modo que quede fija en su base, y no sea posible que se deslice cinta arriba hacia el ala.)


4. Lleva el paracaídas en un contenedor cosido al arnés. El contenedor debe estar situado inmediatamente adyacente al punto de anclaje del paracaídas, y en un lugar del arnés al que pueda llegarse con facilidad en vuelo.
5. Con una mano coge todas las líneas, deslízala hacia la campana hasta que hayas agarrado el borde de la tela. Sujetando el paracaídas de esta forma, coloca la otra mano alrededor de la tela y deslízala hacia arriba hasta que sujetes el paracaídas por el vértice con dicha mano, formando un cilindro aproximadamente.


Pliega la campana en zig-zag en tres partes, y luego haz lo mismo con las líneas a la misma longitud, adosándolas a la campana. Invierte todo de modo que las líneas queden en el fondo del contenedor, y coloca el conjunto dentro, dejando fuera únicamente la longitud de cordino principal necesaria para llegar al punto de anclaje al arnés. El paracaídas queda así colocado y listo para usarse.

Uso del paracaídas de frenado en vuelo
Antes de cada despegue, verificar que el paracaídas está en su contenedor. Además comprobar que todos los cordinos del arnés, tales como los de apertura y cierre de cremallera, están en perfecto estado, de manera que queden bien tensos y sujetos al arnés durante el vuelo, evitando así enredos con el paracaídas.
Para usar el paracaídas en la aproximación, recomendamos encarecidamente desplegarlo al principio de la aproximación, y realizarla completamente con el paracaídas ya desplegado. No hay razón para no hacerlo así, y presenta considerables ventajas de seguridad no tener que cambiar de configuración de vuelo en la última fase del aterrizaje.
Antes de usarlo por primera vez en una aproximación real, recomendamos sobrevolar la zona de aterrizaje con más de 300 metros (1000 pies) de altura, mejor aún 600 ó 900 m, desplegar el paracaídas y hacer un reconocimiento del rendimiento y características de vuelo del ala. (Ver la sección inferior sobre cómo desplegarlo realmente). Notarás que el paracaídas no influye significativamente en las características de vuelo del ala a bajas velocidades. La sensación en el trimado y manejo del ala es bastante normal. Toma un punto de referencia sobre el terreno en la línea de planeo del ala y observa cómo el paracaídas altera dicha línea a diferentes velocidades. Advierte cómo el planeo se reduce ostensiblemente y la tasa de descenso aumenta a medida que vuelas más rápido. Acostúmbrate a la sensación de llevar el paracaídas abierto. La campana traqueteará en la estela de aire, especialmente a altas velocidades, y se moverá un poco. Si rotas y giras el cuerpo en el eje vertical, (especialmente si giras a la derecha con el paracaídas montado en el lateral derecho, y viceversa) el paracaídas se verá empujado a colocarse tras de ti, y quizá oscile o se desinfle momentáneamente. El paracaídas tirará ligeramente de ti, pero no tanto como para interferir en el control. A velocidades lo suficientemente altas, si el paracaídas se eleva contra los cables traseros, quizá notes un giro inducido en el ala. Observa dónde vuela el paracaídas durante todo el rango de movimientos de cabeceo que realizas con el cuerpo, y asegúrate de que el paracaídas no puede engancharse en el borde de fuga o en la quilla.
Desplegado en un aterrizaje normal
Partiendo de que realizas una aproximación estándar, la secuencia recomendada para el uso del paracaídas en un aterrizaje normal es la siguiente:
1. Vuela hacia el punto inicial de la aproximación. Ten en cuenta que necesitas prepararte para el aterrizaje notablemente a más altura de lo que lo haces normalmente. Esto puede hacerse, o llegando al punto inicial con más altura y volar realizando la misma aproximación, o entrando al punto inicial a la altitud acostumbrada y prolongar el tramo de entrada a 45º para encararse más cerca del campo, y así ajustar la entrada de la aproximación más alto.
Atención: Si el cordino principal o líneas del paracaídas se enredan con el cordón de la cremallera, probablemente el paracaídas se desinfle. Asegúrate de que los cordones de las cremalleras están atados perfectamente al arnés antes de desplegar el paracaídas.
(N. del T. El «tramo de entrada a 45º» es una forma de tráfico de aproximación durante la fase de viento en cola, en aeródromos sin torre de control, utilizado en EE.UU. y que permite ver y ser visto en mejores condiciones. No se ha estimado conveniente introducir este dato para no complicar lo que sencillamente es una aproximación tradicional en ala, según se llegue al campo desde un lugar u otro. Al final del artículo puedes ver un esquema.)
2. Una vez en el tramo de entrada a 45º, con el ala estable y bajo control, y el aire relativamente tranquilo, mira y busca la abertura superior del contenedor del paracaídas. Mete la mano en el contenedor y agarra el paracaídas plegado.
3. Vuelve a mirar en dirección del vuelo y comprueba el tráfico. Saca el paracaídas del contenedor y sujetándolo junto a la cadera, suéltalo, hacia atrás y alejándolo del cuerpo. (Nota: Si llevas guantes o por cualquier otra razón tienes problemas para meter la mano en el contenedor y agarrar el paracaídas, coge el cordino principal del paracaídas justo por donde sale del contenedor. Tira, hacia afuera y hacia adelante, de modo que puedas deslizar la mano por el cordino y las líneas cuando éstas estén fuera del contenedor. Desliza la mano por las líneas hasta que puedas agarrar firmemente la tela. Ahora sujeta firmemente la tela y saca el resto de la campana del contenedor. Deja caer la campana, hacia afuera y atrás para desplegarlo.)
4. Continúa la aproximación. Recuerda que en cada fase de la aproximación necesitarás estar notablemente más alto que lo normal. En las primeras aproximaciones te será difícil convencerte de estar lo bastante arriba. Es mejor equivocarse por estar demasiado alto, especialmente si existen obstáculos en el borde del campo que debas salvar para tener un aterrizaje seguro. Esto es así ya que con el paracaídas es mucho más fácil acortar el planeo que prolongarlo.
Atención: Asegúrate de que llevas altura suficiente para evitar cualquier obstáculo, como árboles o tendidos eléctricos, en la aproximación y planeo final del campo de aterrizaje.
5. Una vez desplegado el paracaídas, trata de evitar maniobras bruscas. Haz los giros amplios, iniciándolos suavemente y con un banqueo poco pronunciado. Modifica la velocidad gradualmente. Las maniobras bruscas incrementarán la posibilidad de que el paracaídas caiga tras la estela turbulenta del cuerpo, pudiendo cerrarse.
Atención: Siempre es posible que el paracaídas se desinfle. En caso de que esto ocurra es importante dejarse una «salida» en la aproximación. Si es posible, cambia el objetivo previsto más cerca del final del campo de aterrizaje de manera que tengas suficiente espacio para sobrevolarlo si el paracaídas falla. En cualquier caso guárdate alguna forma de alterar la aproximación para realizar un aterrizaje seguro en un supuesto fallo del paracaídas.
6. En el último giro, debes estar, por decirlo así, “demasiado” alto para acertar en el lugar previsto, aún teniendo en cuenta el planeo de tu ala con el paracaídas desplegado, y deberías estar bastante alto para una aproximación normal a tu objetivo. En este momento, fija tu mirada en el objetivo y simplemente utiliza tu velocidad de vuelo para ajustar el planeo directamente a la diana, (la diana no se mueve en tu campo visual). Si la diana se mueve hacia ti (por debajo), acelera. Si se mueve hacia arriba en tu campo visual, decelera. (Atención: no bajes demasiado la velocidad si las condiciones hacen prever un fuerte gradiente cerca del suelo.)
7. Al llegar al suelo, ejecuta un final normal, pero prepárate para un periodo de tiempo sustancialmente más corto entre la llegada al suelo y el último empujón, muy similar a lo que ocurre cuando aterrizas ligeramente cuesta arriba. En el momento preciso, empuja con normalidad.
(Nota: Usar un paracaídas de frenado es bastante parecido a aterrizar en ligera contrapendiente. En el mismo orden de cosas, usar el paracaídas en ligera cuesta abajo es muy parecido a aterrizar en terreno llano sin él. Esto puede suponer una diferencia radical en cuanto a la posibilidad de utilizar campos de aterrizaje cuesta abajo, con una inclinación similar a la de la máxima fineza del ala. Sin paracaídas, uno tiende a «deslizarse eternamente» en tales terrenos, con grandes probabilidades de pasarse la diana y/o realizar poco limpiamente la maniobra final, o empujar con un lado caído o el ala girada. Con el paracaídas, estos problemas quedan enormemente reducidos, y terrenos de aterrizaje que previamente creíamos impracticables pueden ser razonablemente buenos ahora.)
Algunas consideraciones adicionales importantes
Velocidad aire versus velocidad de vuelo: Por favor, tener en cuenta que en las instrucciones anteriores se consideran condiciones de viento entre ligero y moderado (menos de 12 mph) en la zona de aterrizaje. Tener en cuenta así mismo que el método prescrito utilizando la variación de la velocidad para controlar el planeo del ala en el tramo final es contrario a lo que se enseña para aproximar cuando hay un viento significativo. Cuando se aproxima con viento, el planeo con respecto al suelo ya adopta una trayectoria más inclinadapor efecto del viento de cara. Para alargar el planeo normalmente aumentamos la velocidad para minimizar el efecto del viento (compensando con tu velocidad a la del viento de cara). Por ejemplo, si estás aproximando a 40 km/h (25 mph) en un viento de 32 km/h (20 mph), tu velocidad relativa al suelo es sólo de 1/5 de lo que sería con viento cero, luego tu planeo es únicamente 1/5 de tu fineza. Al aproximar con el mismo viento pero a 65 km/h (40 mph), tu planeo relativo al suelo es ahora de 1/2 de tu fineza, así pues aunque tu fineza-aire se ha reducido al acelerar, tu planeo ha mejorado. La capacidad para mejorar el planeo viento en cara acelerando es lo que los pilotos llaman «penetración». Ten en cuenta que si tu fineza cae bastante al aumentar la velocidad, posiblemente no tengas capacidad para prolongar el planeo acelerando. En el ejemplo anterior, si la fineza-aire a 40 km/h (25 mph) era 10:1 y a 65 km/h (40 mph) era 4:1, el planeo a ambas velocidades con un viento de cara de 32 km/h (20 mph) sería 2:1. Esto es, el ala no tiene capacidad para incrementar el planeo acelerando.

Este es un hecho que se da con alas de bajo rendimiento en vientos entre moderados y fuertes, y es lo que ocurre al usar un paracaídas de frenado. Con el paracaídas tu ala se comporta como un ala de bajo rendimiento. Si el viento es fuerte, quizá no tengas capacidad para ajustar tu planeo modificando la velocidad, así que asegúrate de llegar con altura suficiente. En cambio, si el viento es fuerte pero laminar, sencillamente puedes elegir no usar el paracaídas y así conservar la capacidad para mejorar el planeo mediante el control de la velocidad. El efecto del viento será el de acortar tu planeo de manera bastante similar a como lo hace el paracaídas sin viento, luego quizá no veas la necesidad de usarlo. (En turbulencia, con fuertes ascensos y descendencias, combinado con rachas fuertes, creemos que el paracaídas de frenado mejora la seguridad.)
Observaciones sobre el tráfico en el aterrizaje
Un potencial problema a tener en cuenta con el uso del paracaídas de frenado es cómo afecta al tráfico simultáneo de varias alas en el aterrizaje. Cuando despliegues el paracaídas aumentarás más o menos al doble tu tasa de descenso. Puedes reducirla decelerando, pero hagas lo que hagas, descenderás notablemente más rápido que otro ala sin paracaídas. Los pilotos no se esperan que otra ala se cruce descendiendo durante la aproximación, y que esto ocurra puede ser bastante peligroso. Se recomienda seguir la siguiente norma: no desplegar el paracaídas durante el tráfico hasta que se sea el ala más baja. Este es el modo más sencillo y seguro para no provocar un conflicto descendiendo a través de la senda de planeo de otra ala.
Esto no será siempre viable, si el tráfico está saturado, y puede ser necesario que tengas que demorar el lanzamiento tanto que no sea seguro hacerlo tan cerca del suelo. En tal caso puedes recurrir a la norma número dos: no desplegar el paracaídas hasta que la única ala que quede debajo de ti esté, como mucho, a la mitad de tu altura sobre el terreno.

Otro uso del paracaídas de frenado
Otra utilidad que puede mejorar tu seguridad es incrementar la tasa de descenso en una situación de emergencia. Si te ves metido en fuerte ascendencia y necesitas bajar, el paracaídas te permitirá alcanzar una tasa de descenso mucho mayor a cualquier velocidad.
Algunas cosas que aconsejamos NO hacer.
- Aconsejamos no esperar a desplegar el paracaídas hasta el planeo final. A veces se recomienda hacerlo como una forma de evitar quedarse corto. Creemos que no es seguro titubear con un paracaídas cuando estás cerca del suelo, cuando es imperativo el control preciso del ala. La manera de evitar quedarse corto es llegar un poco alto, y picar para deshacerse del exceso de altura si es necesario. Esto es lo que te permite el paracaídas.
- Aconsejamos no intentar enrollar o recolocar el paracaídas una vez desplegado, a no ser que te encuentres en una situación real de emergencia y ésta sea la única opción. Idénticos motivos y estrategias que en el punto 1.
- Aconsejamos no atar el paracaídas al arnés con mecanismos de suelta rápida. Debemos tener en cuenta la posibilidad, aunque remota, de que el paracaídas resulte enganchado con el ala tras liberarlo, lo que podría ser muy peligroso, especialmente si queda descentrado.
- Aconsejamos no utilizar el paracaídas cada vez que se aterriza. Es de gran ayuda cara a mejorar tu habilidad para acertar en terrenos pequeños, y cuando se aterriza en un terreno térmico con vientos suaves reducirá el tiempo del planeo final antes del empujón y aumentará las posibilidades de un aterrizaje limpio. Cuando puedes aterrizar con viento suave, en un enorme y limpio campo de aterrizaje, recomendamos no usar el paracaídas en orden a conservar y mejorar tus aptitudes básicas para el aterrizaje.
- Recomendamos encarecidamente no utilizar el paracaídas como una forma de «subir de nivel» a un ala que, de otra forma, requeriría más destreza de la que dispones. Aunque es cierto que el paracaídas puede simplificar enormemente el aspecto más difícil del vuelo en un ala de alto rendimiento, también es cierto que el paracaídas en sí mismo es un sistema complejo y potencialmente peligroso. Para usarlo con seguridad se necesitan un mínimo de habilidad y experiencia adecuadas para ir totalmente tranquilo con tu ala.
Conclusión
El paracaídas de frenado es una herramienta potencialmente muy útil para mejorar la calidad y seguridad de los aterrizajes. Al mismo tiempo incrementa la complejidad de tu aeronave, y genera otros posibles problemas de seguridad que debemos saber resolver. Por favor, utiliza el paracaídas con cuidado, y ponte en contacto con nosotros si tienes alguna duda, o si has tenido alguna experiencia con el paracaídas de la que podamos u otros puedan quizá beneficiarse.
Vuela seguro.
Wills Wing, Inc.
